ENSEÑANZAS VITALES: EL MIEDO

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Cada día que vivo me convenzo más de una verdad universal: la Vida es la mejor Maestra de la Existencia. Basta con observarla, escucharla, sentirla. Prestarle atención. Hace unos días conversaba con mi Mincha sobre el miedo y me decía ella que una manera de combatir el miedo es creyendo en lo que se hace, sabiendo hacerlo y haciendolo.

El sábado pasado me encontré con mi padre. Caminamos un rato antes de almorzar y vimos un libro: “El Poder del Ahora” de Eckhart Tolle. Al parecer la Vida me tenía deparada una enseñanza y por eso tuve ese encuentro no programado con mi padre. Justamente en este libro encontré otra respuesta sobre el miedo. Dice este “maestro espiritual” que la condición psicológica del miedo esta divorciada de cualquier peligro inmediato concreto y verdadero. Y que además se presenta de muchas formas: incomodidad, preocupación, ansiedad, nerviosismo, tensión, temor, fobia. Según este autor, este tipo de miedo psicológico se refiere siempre a algo que podría pasar, no a algo que está ocurriendo ahora. “Usted esta en el aquí y ahora, mientras que su mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad.”

¿Cuantas veces sin ser conscientes no somos presa de este tipo de miedo? Lo confieso, también lo he experimentado. Y estoy de acuerdo con Tolle, el miedo parece tener muchas causas. Miedo a una pérdida, miedo al fracaso, miedo a ser herido.

El miedo psicológico es más común de lo que se cree. Y pensándolo bien, está directamente relacionado con las adicciones. ¿Por qué? Por la ansiedad que lo acompaña. ¿Cómo se suele calmar esa ansiedad? De múltiples maneras. Yo solía calmarla fumando. Pero también leyendo. Otros lo hacen comiendo, bebiendo, teniendo sexo, con pornografía, comprando, y un sin numero de escapes que encuentra la mente angustiada. Corriendo el peligro de caer en la adicción.

Este asunto del miedo lógicamente tiene que ver con la dimensión afectiva del ser humano. Por lo tanto cae en los terrenos de la Afectología. En el citado libro de Eckhart Tolle también encontré que la negatividad afectiva es causada por la negación del presente. La incomodidad, la ansiedad, el estrés, la preocupación – todas las formas del miedo- son causadas por exceso de futuro y demasiada poca presencia. En otras palabras, nos intoxicamos de futuro. Y por estar pensando tanto en él, nos olvidamos de vivir el presente. Que finalmente es lo único que tenemos. Qué fácil es caer en este estado. ¿No crees?

No quiere esto decir que uno no deba pensar nunca en el futuro, el problema es cuando se convierte éste en una obsesión. Ahí es cuando empieza a complicarse la película de la existencia.

En conclusión, el mejor remedio contra el miedo psicológico es la acción. Hacer. Pensar menos y hacer más. Y como bien lo enseña Tolle, no debe uno preocuparse por el fruto de sus acciones, simplemente hay que prestar atención a la acción en si misma. El fruto vendrá por añadidura.

Y cuando se le presta atención a la acción en si misma es cuando se fluye. Es cuando hay Bien-Estar. Es cuando hay “alegría, facilidad y liviandad en lo que se hace”.

Esta es la enseñanza que la Vida me ha regalado hoy, y como agradecimiento la escribo y te la comparto. Dicen que es una ley universal. Recibir para dar. Dar para recibir.