CARTAS A UNA PAREJA EN CONFLICTO #1

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1 2 3 APAGA EL INCENDIO AFECTIVO

Comprendemos que en este momento están un poco confundidos e inconformes, producto de las frecuentes discordias que se han ido incrementando y que parecen de nunca acabar. ¡¡Tranquilos!!

Saben algo… Nosotros nos hemos hallado en la misma situación en varios momentos de nuestra relación, hemos sentido como si un voraz incendio nos quemara por dentro sin darnos tregua. En los momentos que hemos vivido esa situación, nuestras interacciones se han reducido a actos de señalamiento mutuo, los dos sentimos que el otro no valora lo que hacemos y lo que es peor, que al otro le cuesta reconocer sus propios errores. En fin, nos hemos visto enganchados en una absurda e inútil guerra para ver quien se queda con la razón.

Cada pelea por querer tener la “razón” se convierte en más combustible para que la chispa se vuelva a prender y continúe quemando la relación.  Por fortuna, hemos tenido la paciencia infatigable para escucharnos y conversar, conversar y conversar incesantemente. Pero antes de poder llegar a este punto, hemos tenido que ahogar, extinguir el amenazante  fuego para que no consuma nuestra relación.

Por eso les escribimos en  esta oportunidad, porque queremos compartirles lo que nosotros a partir de nuestra propia experiencia vital y profundización en el estudio del tema hemos aprehendido.

Veamos, se trata de lo siguiente: cuando estamos inmersos en el conflicto, nuestro Sistema Afectivo se inunda rápidamente de Afectos Nocivos y muy dañinos, como por ejemplo: la ira, el miedo, el estrés, la ansiedad, la culpa, el resentimiento, la angustia, el desasosiego y otros tantos Afectos Negativos, que nos llenan de impaciencia e hipersensibilidad. Razón por la que cualquier nimiedad se convierte en motivo para llegar una y otra vez a una enorme discusión.

Mientras no seamos conscientes de este juego, seremos títeres manejados por nuestros instintos. Sí lo que queremos es liberarnos del Mal-Estar Afectivo y contribuir con la tranquilidad de nuestra pareja, es de perentoria importancia aprender las reglas del juego y jugar acorde a éstas.

Por todo lo anterior, a través de esta misiva queremos hacerles un respetuoso y entusiasta llamado a la acción, a la Acción Constructiva. Esa que permite transformar realidades amargas y molestas en realidades dulces y amables. A continuación les compartiremos tres sencillas actitudes, que si las llevan a la práctica con esfuerzo y voluntad, les permitirán entrar en un periodo de tregua para evitar que el incendio afectivo en el que están, los siga consumiendo. Esto es necesario porque posibilita que las emociones, sentimientos y actitudes negativas se pacifiquen, se decanten y así; los dejen actuar con tranquilidad y cordura para iniciar procesos de conversación consciente y permanente.

1. RECONOCER

Cada uno debe dedicarse a reconocer cuál ha sido su cuota de responsabilidad en el conflicto. Sin importar que hizo o dejó de hacer el otro; es importante reconocer que al hallarnos inmersos en un conflicto, sencillamente  somos co-responsables de lo que esta ocurriendo -por razón u omisión-. Cuando nos atrevemos a reconocer que el Mal-Estar que estamos experimentando es responsabilidad nuestra, le damos un garrotazo a nuestro ego y lo reducimos a su mínima expresión. Con el ego bien chiquitico no tendremos mayor problema para reconocer humildemente nuestras equivocaciones e identificar en que estamos errando.

2. RESALTAR

Cada uno debe dedicarse a identificar con objetividad lo que el otro le ha aportado a la relación. Es mucho más constructivo resaltar las fortalezas del otro, en lugar de sentir rabia pensando en que la culpa  del conflicto es del otro. También es clave pensar en las razones por la cuales vale la pena mantenerse en la relación. Aunque sea difícil, resulta de gran ayuda para desconflictuar hacerle saber al otro que somos conscientes de sus cualidades, que reconocemos sus virtudes y los aportes que éstas le han hecho a nuestra vida. Esta práctica resulta muy eficaz  para apaciguar los Afectos Negativos de las dos partes. Si lo hacemos de forma genuina y sincera, lograremos el propósito.

3. NO JUZGAR

Cada uno debe dedicarse a evitar lanzar juicios de valor negativos al otro. Insistir en señalar los errores del otro, en pretender endilgarle la culpa y responsabilidad del conflicto al otro es un despropósito. Con esta actitud tan solo se consigue que el conflicto se escale de forma irracional e interminable. Es bien difícil pero muy benéfico para la relación, callar si no se siente algo positivo para decirle al otro. Cuando nuestro Sistema Afectivo esté limpio y desintoxicado de Afectos Negativos, habrá espacio para manifestar Asertivamente nuestras inconformidades, inquietudes y demás, con respecto a nuestra relación. Pero antes, es necesario crear estados afectivos propicios donde pueda haber disposición y paciencia para escuchar y conversar.

Bueno, eso es todo por ahora, esperamos que logren identificarse y llevar a la práctica esta nutritiva enseñanza de la Afectología:

  1. Reconocer
  2. Resaltar
  3. No juzgar

Si  acuden a este 1 2 3, frenarán la circulación de Afectos Nocivos por sus Sistemas Afectivos. Y ese es el primer paso para empezar a Desconflictuar. Recuerden, el conflicto es inherente a cualquier relación interpersonal, y en el vínculo de pareja es más intenso y frecuente por el grado de intimidad al que se llega. La diferencia la hace la habilidad que tengan los miembros de la pareja para Desconflictuar con voluntad, conocimiento y práctica consciente.

Hasta pronto. Con aprecio sincero,

Luz Adriana Tirado y Andrés Paz

Formadores Afectivos / Pareja Formativa